Producción: 5.000 botellas
La concentración de zarza mora se entremezcla con
sutiles toques de espliego y orejones.
En la boca, la plenitud del volumen hacen el paso
concentrado, largo y fino. Este paso nos recuerda, en todo
momento a esa fruta de hueso unida a toques de monte
bajo como flor de jara y a regaliz.
De este vino poco hay que decir, sólo disfrutar de él
durante toda una vida. |